domingo, 23 de enero de 2011

Joyas en la oscuridad (XLV); "Rebeca", de Daphne Du Maurier

“Anoche soñé que volvía a Manderley”; éstas son las palabras, recitadas por la voz en “off” de la protagonista, con las cuales da inicio “Rebeca” (1940), uno de los largometrajes más perturbadores y sugerentes del maestro de la intriga y el suspense, Alfred Hitchcock, protagonizado por Joan Fontaine y Laurence Olivier y basado fielmente en la novela del mismo título ("Rebecca"), publicada en 1938, de la autora británica Daphne Du Maurier.
“Rebeca” ha sido considerada como uno de los grandes hitos del denominado “Romanticismo gótico” literario, aunque en dicha novela la presencia fantasmal no es en realidad un elemento físico, sino un recuerdo; el recuerdo obsesivo y tortuoso de aquella que da nombre a la novela, primera esposa de uno de sus protagonistas -el atormentado aristócrata Maxim de Winter-, fallecida tiempo atrás en extrañas circunstancias.
La protagonista principal, una tímida e ingenua joven, dama de compañía una déspota anciana británica, accede a convertirse en la nueva señora de Winter. El matrimonio fija tras la boda su residencia en “Manderley”, la fastuosa mansión que Maxim posee en la abrupta costa de Cornualles. La vida de la nueva señora de Winter cambia de forma radical desde el momento de su llegada a la inquietante mansión -regida con anterioridad por Rebeca con la incondicional ayuda de la señora Danvers, una oscura e intrigante ama de llaves fascinada por el carácter de su señora-; en “Manderley”, el eterno recuerdo de la fallecida Rebeca (personaje de arrolladora vitalidad y, como la protagonista irá descubriendo a medida que avanza la trama, de conducta considerada como amoral) gravita inquietantemente sobre los actos de todos aquellos y aquellas que la conocieron, condicionando su comportamiento y la valoración que realizan de la nueva señora de Winter. El misterio y la creciente tensión, la atmósfera gótica, desazonadora y envolvente, y el drama psicológico de la protagonista, asumiendo nuevas responsabilidades y tratando de salir indemne de las comparaciones con la anterior señora de la casa, impregnan una buena parte de las páginas del relato, narrado con todo detalle en primera persona. Aunque, como ya hemos comentado, la historia fue adaptada de un modo bastante fiel a la pantalla (obviando el hecho de que su protagonista fuera algo mayor que la del relato de Daphne Du Maurier), por Hitchcock, existe una diferencia fundamental con respecto al film en el aspecto relativo a la muerte de Rebeca, lo que, en mi opinión concede un mayor valor a los acontecimientos relatados en la novela, alejada de los parámetros del “final feliz”, tan habitual en aquellos tiempos. “Rebeca” fue publicada en castellano por “Random House Mondadori”, en su colección “DeBolsillo”.

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