lunes, 25 de enero de 2010

Joyas en la oscuridad (XIV): "Theatre of Tragedy", de Theatre of Tragedy

Retomo la sección con una auténtica joya pionera del estilo que se dio en llamar, en su momento (hace ya prácticamente quince años), "Gothic Metal"; hablo del álbum homónimo de la banda noruega "Theatre of Tragedy", liderada por su vocalista, Raymond J. Rohonyi (encargado de las voces más guturales y la mayor parte de las letras del grupo). "Theatre of Tragedy" (Massacre Records, 1995) es el impresionante primer disco de la banda y, aunque a estas alturas su sonido nos pueda parecer algo trillado, recoge las bases de lo que posteriormente será considerado un estilo con cientos de imitadores; un sonido languido y bañado en una profunda melancolía sobre una base de guitarras distorsionadas que hunden las raíces de sus lentos desarrollos en el Doom Metal y la música de tintes góticos y que, en ocasiones, se acompaña de violoncelos o registros de piano clásico desarrollando armonías que nos recuerdan sones medievales ("A Hamlet for a Slothful Vassal", "Sweet art Thou")... un álbum cuyos temas están impregnados de un denso velo de amargura y que, ante todo, se caracteriza por los duelos vocales que se establecen entre la angelical dulzura de la voz femenina de Liv Kristine y los abismales rugidos del ya citado frontman, Raymond Rohonyi, sentando las bases de lo que muchas revistas especializadas denominaron como el efecto vocal de "la bella y la bestia" y que ha sido posteriormente seguido hasta la saciedad por las bandas adscritas al Gothic Metal. Otra de las particularidades del disco que merece ser resaltada, en mi opinión, es que, a pesar de la procedencia noruega de la banda, algunos de los textos empleados en este álbum combinaban formas tradicionales del inglés antiguo del Renacimiento con la lengua materna del grupo, lo que confiere al aspecto lírico un cierto aire de profundidad algo alejado de los cánones de la comercialidad. El estilo metálico desarrollado por Theatre of Tragedy en este disco fue limando sus aristas en posteriores grabaciones para terminar incluyendo elementos electrónicos, a la vez que se iban abandonando los gruñidos y las guitarras distorsionadas para dar paso a voces masculinas más claras y guitarras más cercanas al Gótico tradicional. En la actualidad Liv Kristine tiene su propio grupo ("Leaves Eyes") tras ser expulsada de Theatre of Tragedy hace algunos años. Recomiendo fervorosamente la escucha de uno de los clásicos del grupo anteriormente citados pinchando aquí, si todavía no habéis tenido ocasión de acercaros al sonido original de la banda. Felices pesadillas.

miércoles, 13 de enero de 2010

Nueva crítica de "Lágrimas de una eternidad carmesí... " en OcioZero.com

Incluyo en la presente entrada el enlace hacia la nueva crítica (por suerte para mí, bastante positiva, una vez más) de mi novela corta gótico-vampírica "Lágrimas de una eternidad carmesí", aparecida ayer (martes 12 de enero) en OcioZero.com, a cargo, nuevamente, de Juan Ángel Laguna Edroso, quien ya reseñó en el mes de agosto del pasado año mi libro de relatos "Fantasmagoría" y a quien, por supuesto, agradezco infinitamente sus palabras. Podéis acceder a la crítica a través del siguiente enlace: http://www.ociozero.com/12879/lagrimas-de-una-eternidad-carmesi
Gracias, de antemano, a quienes se tomen la molestia de leerla. Saludos.

domingo, 10 de enero de 2010

Fragmentos de "Fantasmagoría (Relatos del lado oscuro)" (IV)

Las sombras danzan al otro lado del espejo... algo flota en el polvoriento ambiente, algo que dificulta la respiración... el nauseabundo hedor de los cuerpos en descomposición... Siempre lo hemos sabido... las apariencias, en no pocas ocasiones, engañan... Aquí va un pequeño fragmento del sórdido relato "Reflejo", perteneciente a "Fantasmagoría".
"Reflejo"
"(...) Tomaron un sendero que los alejaba del río y se internaba por el bosque en dirección opuesta al pueblo. Cuando salieron del bosque, David pudo comprobar que se encaminaban hacia una inmemorial edificación, supuestamente deshabitada desde hacía años, conocida popularmente en el lugar como "la Casa de las Brujas".
-No iremos ahí, verdad? Es... es la casa de las brujas... -Victoria prorrumpió nuevamente en carcajadas.
-¿Tú también crees en esas tonterías...? ¡Por favor! ¡Estamos en pleno siglo veinte...! -Su tono sonó ahora más sombrío. -¿Tienes miedo...? Es mi casa... ahí vivo yo..."
"(...) Vista de cerca, la vieja mansión resultaba sobrecogedora...
Era gigantesca... y, cuanto menos su fachada, ciertamente tenebrosa... Se encontraba en mitad de la nada, en un terreno baldío. Ningún árbol, ningún arbusto, contaminaba con su sombra los alrededores, ninguno vigilaba sus dominios...
Daba la impresión de tener cientos, miles de años...
Su estructura era básicamente de madera. Contaba con dos pisos y, en lo alto, lo que parecía ser una oscura buhardilla. La pintura descascarillada dejaba entrever los tonos, algo oscurecidos, de la madera original empleada en su construcción. Todas las ventanas estaban cegadas mediante tablones. Las telarañas se habían apoderado de los rincones. Los pilares acusaban el demoledor paso del tiempo y los embates de la carcoma. Victoria soltó la mano de David y buscó en los bolsillos de su chaqueta hasta encontrar una llave herrumbrada. El joven barajó la posibilidad de abandonar en aquel momento. Si Victoria era realmente una niña., tal como aparentaba ante sus ojos, si no era una adolescente, como él, con rasgos aniñados, quizás no estaba bien lo que su turbia imaginación preveía que podía llegar a pasar." (Copyright 2007. Material protegido por derechos de autor).

lunes, 4 de enero de 2010

Joyas en la oscuridad (XIII): "Espectra", de Pilar Pedraza

Estrenamos año con la ferviente recomendación de un completísimo ensayo acerca del papel de la Mujer en el género fantástico (más concretamente, de la figura de la "révenante" o "Mujer muerta" que retorna a la vida desde los confines del más allá, y el rol que dicha figura desempeña en los ámbitos del arte, la literatura y el cine). Estoy hablando de "Espectra. Descenso a las criptas de la literatura y el cine" (Valdemar, colección Intempestivas, 2004), último volumen de la trilogía que Pilar Pedraza (Toledo, 1951) inició en 1991 con "La bella, enigma y pesadilla: esfinge, medusa, pantera..." y continuó posteriormente con "Máquinas de amar. Secretos del cuerpo artificial". "Espectra" supone un fabuloso paseo por las grandes obras que todo aficionado al género debería conocer, un minucioso estudio de la figura femenina en su vertiente más siniestra, que abarca comentarios críticos acerca de títulos clave de la literatura y el cine de género tales como "Rebeca", "Cumbres borrascosas", "La máscara del diablo", "La novia de Frankenstein", "Drácula", "Carmilla", "Vampyr", "Solaris", "Nosferatu", "Suspiria", los acercamientos al tema realizados por Poe y llevados a la pantalla por Roger Corman, las obras de Hoffmann, de Stevenson, de Ambrose Bierce... un recorrido breve pero intenso por los clásicos del género, por el imaginario colectivo asociado a la presencia mitológica de vampiras, lámias, empusas, aparecidas, zombies, resucitadas, que imprimen su tenebroso carácter en cada una de las distintas manifestaciones artísticas desde el principio de los tiempos. Pilar Pedraza (Doctora en Historia y docente de Historia del Arte en la Universidad de Valencia durante muchos años), autora de novelas como "La fase del rubí" o "Piel de Sátiro" o la espléndida colección de relatos "Arcano trece; Cuentos crueles", es una de las escritoras fantásticas para adultos más volcadas en la utilización de elementos macabros y altamente inquietantes y muchos de sus textos se hallan impregnados de un ácido y sarcástico humor negro. Felices pesadillas.