lunes, 26 de octubre de 2009

Reseñas BUBOK (II): "El exilio de Amún Sar", de Juan González Mesa

Esta semana me gustaría hacerme eco de una interesante obra editada en Bubok, incluida en la categoría de "Novela de terror y misterio", cuya trama resulta bastante sugestiva y atrapa la atención del lector/a desde las primeras páginas; hablo, en esta ocasión, de "El exilio de Amún Sar", de Juan González Mesa.

Ésta es su sinopsis:

"Rasún y Asuzami, soldados egipcios, son enviados a custodiar al perverso Amún Sar en su destierro, para que sus crueles artimañas nunca vuelvan a manchar a la familia de Faraón. Pero el influjo de su carisma y su hechicería cambiará sus vidas y sus almas para siempre".

Se trata de una novela corta ambientada en el Antiguo Egipto; el desarrollo de la misma se produce en las proximidades de Esna, ciudad situada al sur de Tebas; las descripciones de las callejuelas, los mercados, de la propia casa de Amún Sar, son vívidas, nuestra mente viaja con los personajes a esa fascinante época retratada por el autor (alejándose de la típica/tópica ambientación referente a la presencia de pirámides y desiertos) y el hecho de que los personajes presenten algunas contradicciones internas los hace, en mi opinión, más creíbles, más humanos.

De todos modos considero que no se trata de una novela perteneciente al género de terror propiamente dicho, sino que en mi opinión, se acerca más al de la fantasía oscura, aderezada -eso sí-, con elementos característicos de la literatura de horror e incluso con alguno de ciencia ficción. Aun así, me gustaría aclarar que no estoy hablando de la típica historia de hechiceros y espadas repleta de acción y enfrentamientos armados precisamente (aunque ambos elementos se encuentren presentes en la obra); más bien se trata de un recorrido pausado (cuyo ritmo se acelera en la parte final del libro) en el camino iniciático del protagonista, Rasún, hacia la consecución de la sabiduría y el poder que detenta -y del que no duda en hacer gala- Amún Sar, el hechicero extranjero, poseedor de secretos inalcanzables para la mayoría de los mortales.

Pienso que la atmósfera sugerida es una de las bazas más importantes de la obra y es éste el aspecto que le concede ese tono desasosegante que sugiere que, a cada paso de la narración, hay misterios ocultos que se ofrecen a ser desvelados por el protagonista: la actitud de las “pupilas” de Amún Sar, las puertas de acceso prohibido, etc. (y el elemento que particularmente más me ha gustado, en el que he visto cierto influjo de la obra del maestro de la literatura de horror cósmico -Lovecraft- y que, en mi opinión, podía haber dado más juego a la novela: las inquietantes estatuas que flanquean la entrada a la casa de Amún Sar).

En definitiva, una buena lectura para los amantes de la literatura fantástica (aunque, y por poner un “pero”, he de decir que he encontrado prescindibles algunas redundancias que el autor atribuye a un intento por reflejar el estilo de lenguaje que utilizaría una persona sin formación en el Antiguo Egipto).

Podéis adquirirla (o descargarla de forma gratuita en versión PDF ) en esta dirección. En esa misma página, podéis también leer las valoraciones que otr@s autores/as con publicaciones en Bubok han realizado acerca de la obra en cuestión, en la sección denominada "Comentarios". Espero que la disfrutéis.

domingo, 18 de octubre de 2009

Joyas en la oscuridad (VII): "El niño que bailaba bajo la luna", de Juan Ángel Laguna Edroso

Hace apenas unas semanas tuve la suerte de sumergirme en las envolventes páginas del libro que hoy voy a reseñar. Estoy hablando de "El niño que bailaba bajo la luna" (2004), de Juan Ángel Laguna Edroso, autor al cual presenté aquí hace unos meses con motivo de su reseña acerca de "Fantasmagoría" realizada en la web OcioZero.com. Se trata, por desgracia, de un libro descatalogado en la actualidad, pero no me resisto a dejar pasar la oportunidad de rendirle un pequeño homenaje, en mi opinión, totalmente merecido.
Tal y como comenté en su momento, Juan Ángel es, entre otras cosas, miembro del "Círculo de Escritores Errantes" y de "Nocte", la Asociación Española de Escritores de Terror. Yo conocía la existencia del libro en cuestión y tenía muchas ganas de hacerme con un ejemplar. Juan Ángel, al conocer esta circunstancia, tuvo la enorme amabilidad de hacerme llegar una copia de su espléndido libro de forma totalmente desinteresada, un maravilloso regalo que he disfrutado enormemente. Creo que "El niño que bailaba bajo la luna" se podría definir como un breve y lúgubre cuento infantil para adultos en el que destaca la belleza del maravilloso y poético texto y su sombría ambientación (el texto se halla acompañado por las ilustraciones en blanco y negro de Jean Gilbert Capietto, pero cuando hablo de la inquietante ambientación, sigo refiriéndome al texto, aunque dichas ilustraciones ayuden a hacer más consistente la citada atmósfera). Lo leí con el corazón encogido, acompañando a Edgar, el niño protagonista, en su solitario recorrido por ese escenario de pesadilla, recreación del cementerio de Père Lachaise, envuelto en la melancolía y la ternura que destila la historia (en la cual podemos encontrar ecos de los cuentos de hadas tradicionales y de algunas de las creaciones más fantasmagóricas y soñadoras de Tim Burton). Me resultó fascinante y logró devolverme por unos instantes la tan añorada magia de los cuentos teñidos de elementos terroríficos de nuestra infancia. Del mismo modo, y para ir finalizando, he de decir que me pareció muy acertada la tipografía empleada; el tipo de letra utilizado nos sitúa frente a un texto mágico desde el primer momento. El libro en cuestión tiene, además, otras particularidades, ajenas al ámbito estrictamente literario; se trata de una edición bilingüe (español/francés), con ilustraciones, tal y como ya he señalado. Además es el primer texto presentado en el novedoso formato de papel sintético. Podéis leer un texto de presentación, ver alguna de las ilustraciones que acompañan el texto y encontrar los enlaces a distintas críticas y reseñas de la obra en cuestión, pinchando aquí. Probablemente no podréis haceros ya con un ejemplar de este libro, pero, evidentemente, no se trata de la única obra interesante de este prometedor escritor interesado en las atmósferas góticas.

martes, 13 de octubre de 2009

Joyas en la oscuridad (VI): "Vera", de Villiers de L´Isle Adam

"El amor es más fuerte que la muerte, dijo Salomón: sí, su misterioso poder es ilimitado." ("Vera"; Villiers de L´Isle Adam).
Me dirijo esta semana a l@s posibles lectores/as de la presente entrada para insistir en la recomendación incondicional de un extraordinario relato clásico que podría ser incluido en el género del romanticismo gótico; un relato que, en mi modesta opinión, destila una sugerente y mórbida atmósfera cercana (aunque algo menos macabra) a la descrita en alguno de los relatos de Edgar A. Poe (autor por el cual siento, creo que resulta demasiado evidente, total y absoluta devoción), especialmente aquellos cuyas protagonistas son mujeres que, luchando contra las rígidas y aparentemente inquebrantables leyes de la naturaleza, regresan finalmente triunfales de su eterno reposo.
Dicho relato ("Vera", de Auguste Villiers de L´Isle Adam, escritor francés del siglo XIX), resultó para mí, en su momento, todo un descubrimiento, a pesar de que, como digo, se trata de una obra clásica reseñada en numerosos estudios sobre aquella literatura que tiene el miedo como eje conductor. Había leído previamente un par de relatos del autor en cuestión, pero no habían terminado de convencerme, lo cual hizo que desistiera de seguir indagando en su obra.
Fue una recopilación de historias clásicas de vampiras, publicada por una editorial mexicana, la que me dio la oportunidad de descubrir "Vera", aunque en realidad no puedo decir que se trate de un cuento de vampiros; estamos hablando más bien de un cuento de fantasmas, un cuento muy breve, pero con una trama, en mi opinión, muy sugestiva y en la que el miedo, la locura y la sensualidad se palpan de un modo muy sutil e inquietante.
No voy a destripar el argumento, por si hay personas interesadas que aún no hayan tenido la oportunidad de leerlo; tan solo me gustaría resaltar que, para mi sorpresa, me pareció hallar algún pequeño punto de encuentro entre mi relato "La dama del piano" (salvando las lógicas distancias, por supuesto) y este excelente cuento.
El cuento en cuestión es el que da nombre a la recopilación "Vera y otros cuentos crueles". Podéis encontrarlo en distintos lugares en la red para su lectura online (en la actualidad, evidentemente, se trata de una obra de dominio público), tecleando simplemente "Vera, Villiers", por ejemplo, aunque debo advertir que algunas de las traducciones que he encontrado (no todas, por suerte) destrozan un poco el espíritu poético y melancólico que impregna el cuento original. Si sois aficionados a los cuentos góticos de fantasmas, considero que no deberíais perderos su lectura. Existe una producción cinematográfica española de 1973, dirigida por Josefina Molina y protagonizada, entre otr@s, por Fernando Fernán Gómez, basada en el relato y titulada "Vera, un cuento cruel", de la cual no voy a realizar ningún comentario, pues por el momento no he tenido la oportunidad de verla.

lunes, 5 de octubre de 2009

Fragmentos de "Fantasmagoría (Relatos del lado oscuro)" (II)

Se acercan desnudas, voraces, sin sueño, las tinieblas... envolviendo bajo su gélido abrazo las inertes siluetas aladas que coronan nuestra última morada... la sed inunda, lacerante, las oscuras almas, impeliéndoles a la caza... un aterrado réquiem por la eterna paz de los revinientes, entre las sombras, suplicante, se alza...
Un pequeño ejemplo de aquello que podréis encontrar en la tríada de acercamientos al vampirismo contenida en "Fantasmagoría"...
"Drenaje"
" (...) Lentamente me aproximo a ti... Me arrebatas la delicada rosa de las manos. La observas durante un breve instante, aspiras su dulzona fragancia, cerrando los ojos, embriagándote con el eco de los adormecidos recuerdos que ese cálido olor despierta en tu mente... Tus inexorables pupilas se clavan en las mías... puedo leer el deseo en tu penetrante mirada... en tu débil, sugerente sonrisa. Coges mi mano entre las tuyas... el contacto me provoca un escalofrío... Aturdido, me dejo guiar por ti... Salimos del camposanto, tomando la senda que conduce al bosque... las ramas desnudas de sus centenarios guardianes arañan la piel en el frenético, caótico avance... nuestros pasos, tan solo iluminados bajo la espesura por el débil resplandor de la lámpara de aceite... No sé adonde me conduces... Las criaturas de la noche, amparadas bajo las sombras, dejan escapar sus lúgubres lamentos, un vez más.. Tras un relativamente corto trayecto, ascendemos por unos toscos escalones tallados en la dura roca... al llegar nuevamente a terreno llano, descubro, bajo la mortecina luz de la luna llena, el destino de nuestros pasos... las espectrales ruinas del castillo, abandonado hace ya varios siglos... La maleza es ahora dueña del lugar. Distingo, a través de la niebla, el monumental arco de entrada, decrépitos muros de piedra, algunos de ellos parcialmente derruidos, tapizados por la hiedra y otras enredaderas, gigantescos torreones almenados más allá, adosados a algunas de las estancias que todavía se mantienen en pie..."
"Vampiria (El hechizo del dolor)"
"Blanca tez, pálida sombra de inexistencia, envuelta en vaporosas gasas de ébano, acecha anhelante desde las tinieblas. Ojos que llevan escritas intenciones... la velada certeza de un latido, la redención de los torrentes de la vida, la hambrienta promesa de un nuevo amanecer..."
"Víctima"
"(...) Ella continúa buscándose en las oscuras profundidades de mercurio, el rostro entre las manos, con la esperanza de que todo haya sido un mal sueño... Él se acerca. Ella no puede ver su reflejo en el espejo, pero cree escuchar un leve ruido tras de sí... gira su cabeza, pero es demasiado tarde... Un rostro desconocido, extraño, ajeno, se abalanza sobre su cuello, clavando sin compasión alguna sus afilados colmillos en él, cual rabiosa bestia en busca del preciado líquido, al tiempo que sus enérgicos brazos rodean el débil cuerpo, inmovilizándolo... La predicción resulta acertada... no hay lucha esta vez... La joven aprieta con fuerza los puños y él trata de ahogar su grito, desconsolado, desgarrador, con sus propias manos... transcurridos unos segundos llega la total rendición, el más absoluto abandono... Él absorbe el cálido, delicado fluido, con delectación, hasta la última gota, a pesar de su extraño sabor."
(Copyrigth 2007. Material protegido por derechos de autor).
Felices pesadillas.