domingo, 7 de noviembre de 2010

Joyas en la oscuridad (XXXIX): "Darkly, Darkly, Venus Aversa", de Cradle of Filth

Ya se encuentra a la venta -desde el pasado 1 de noviembre-, "Darkly, Darkly, Venus Aversa" (Peaceville Records/Abracadaver, 2010), el nuevo y espectacular trabajo de los británicos Cradle of Filth, un álbum conceptual repleto de composiciones inquietantes y aterradoras basado en la historia de Lilith, primera esposa del Adán bíblico y, según la tradición popular, "Madre de los Vampiros". En este álbum, la banda regresa (esta vez sí) a los esquemas que tiempo atrás les hicieron valedores del título de representantes absolutos de lo que se dio en llamar Black Metal Gótico-Sinfónico. Hace algún tiempo hablaba aquí de su anterior trabajo, "Godspeed on the Devil´s Thunder", un extraordinario álbum con el que el grupo retornaba a las composiciones crudas y veloces de antaño, aunque, en mi opinión, el aspecto siniestro y oscuro de la ambientación y las orquestaciones quedaba algo difuminado bajo los tintes épicos presentes en una buena parte de los temas. En esta ocasión creo que la vuelta al concepto (no sólo en el aspecto lírico sino también en lo que respecta a atmósferas, melodías y armonías) de trabajos como el glorioso "Cruelty and the Beast", ha sido prácticamente completa: en "Darkly, Darkly, Venus Aversa" vamos a encontrar de nuevo macabros pasajes rebosantes de un sinfonismo gótico muy oscuro, teatralidad y dramatismo, aderezados con ritmos -en muchas ocasiones- extremos, que constituyen la ambientación perfecta para, tal y como el propio vocalista de la banda lo define, uno de sus más oscuros y siniestros cuentos de hadas. Aun así, hay un par de temas (los dos últimos del CD) que se apartan algo de la línea de ritmos extremadamente veloces y "blastbeats" que preside la mayor parte de las composiciones; "Forgive Me Father (I Have Sinned)" -que a mí me ha recordado, en parte, al innovador "Babalon A. D.", del álbum "Damnation and a Day"-, y "Beyond Eleventh Hour". Aunque en el álbum no faltan las voces femeninas (corales, recitado de textos...), la banda no cuenta en esta ocasión con la sugerente voz de Sarah Jezebel Deva. Existe una edición especial de este álbum que incluye un segundo disco, cuya duración aproximada es de unos treinta minutos, en el que podemos disfrutar de cuatro temas inéditos en la línea del resto de composiciones del álbum. Imprescindible. Podéis escuchar el primer tema ("The Cult of Venus Aversa"), pinchando aquí. Felices pesadillas.

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